El cuidado de la piel en la depilación láser
Cuando abrieron los primeros centros de depilación láser, pocos auguraban el éxito que ha ido teniendo el sector. Si antes se planteaba que era la mujer la principal aventajada con este tipo de servicio, ahora es el hombre el que apuesta por estos tratamientos para mejorar su apariencia.
Para quienes aún no conozcan el procedimiento, es un procedimiento cosmético popular que utiliza el láser para eliminar el vello no deseado de prácticamente cualquier parte del cuerpo.
Si bien el procedimiento es generalmente seguro y eficaz, la preparación y el cuidado adecuados de la piel antes y después del tratamiento son esenciales para lograr los mejores resultados y minimizar el riesgo de complicaciones.
Preparar la piel antes y después del tratamiento
Antes de someterse a una depilación láser, es importante preparar la piel adecuadamente para protegerla.
Uno de los pasos más importantes en la preparación de la piel antes de cualquier sesión es afeitar el área de tratamiento un día antes del procedimiento. “Esto permite que el láser apunte a los folículos pilosos de forma más eficaz, ya que puede penetrar la piel más fácilmente sin verse obstruido por el pelo largo” explican desde Simonetta Nails, un centro de depilación que cada año ha visto crecer el número de pacientes desde su cabina granadina.
Además de afeitarse, también es fundamental evitar la exposición al sol y el bronceado dos semanas antes del tratamiento. Esto se debe a que el láser apunta al pigmento de los folículos pilosos y la piel bronceada o quemada por el sol puede aumentar el riesgo de quemaduras o daños en la piel durante el procedimiento.
Finalmente, es clave que la piel esté bien hidratada, sin embargo, esta rutina debe desarrollarse siempre y no justo horas antes de la sesión.
Después del tratamiento de depilación láser se recomienda aplicar una compresa fría en el área tratada si la piel es reactiva.
De nuevo, es importante evitar la exposición al sol y el bronceado durante al menos dos semanas después del tratamiento, ya que la piel puede estar más sensible y propensa a dañarse durante este tiempo.
Si bien la depilación láser es generalmente segura, no es raro experimentar algunos efectos secundarios después del tratamiento como rojez o incluso reacción. No obstante, lo mejor es hablarlo con el especialista para que las pautas se sigan a rajatabla.