Y comienzo con una pregunta: ¿qué son los malos hábitos?
Son hábitos que no queremos, ¿estas de acuerdo?
Bueno, esto es solo parcialmente cierto, y sospecho que esa es la razón fundamental por la que nos cuesta tanto romperlos.
Tanto si quieres dejar de comer mal, morderte las uñas, estar tirado y no hacer ejercicio… hoy, te quiero ofrecer un sencillo proceso de 3 pasos que puede ayudarte a superar esos u otros hábitos indeseables para mejorar tu salud y disfrutar mas de tu vida.
Pero, antes de entrar a contar 3 pasos, echemos un vistazo a la manera tradicional que se tiene de romper con un mal hábito.
Digamos que quieres dejar de beber café después de las 4pm, porque sabes que la cafeína te altera el sueño y luego tardas un montón en dormir por la noche.
¿Qué hace la mayoría de la gente?
Pues bien, suelen tener una charla interna del tipo: «de hoy en adelante, no hay más café después de 4pm» . Y, ¿Qué suele suceder…? Los primeros días son fáciles y parece que lo van a lograr, pero por lo general al final de la semana, el impulso de tomar un café después de la 16:00 se vuelve cada vez más fuerte. Algunas personas pueden incluso durar hasta dos semanas, pero la mayoría de la gente simplemente cede a su autoindulgencia y no es capaz de mantener su decisión.
Si esto te suena familiar, estás de suerte, porque existe otra forma más sostenible de lidiar con esos malos hábitos.
Para ello, prueba a seguir estos 3 pasos que consisten en hacerse las siguientes «preguntas clave» acerca del mal hábito que te mantiene preso:
Al inicio del post definía los malos hábitos como “ese algo que no deseo hacer y, sin embargo, sigo haciendo”, pero, esto no es realmente cierto. La razón por la cual ese mal hábito es difícil de romper es porque está dándome algo positivo que busco y deseo. Por tanto, la primera clave para desmontar el hábito sería:
1. ¿Qué beneficio obtienes al realizar este hábito nocivo? Encuentra el beneficio que te da el mal hábito y defínelo claramente. Por ejemplo, “aunque fumar es un mal hábito que deseo cambiar, me ayuda a relajarme y por eso continúo fumando”.
Y aquí viene la segunda pregunta:
2. ¿Qué otra cosa podrías hacer que te diese el mismo beneficio?
Una vez que identifiques los beneficios que recibes de ese mal hábito, la forma de romperlo es encontrar otras maneras de obtener el mismo beneficio. Así que si seguimos con el ejemplo de fumar, el objetivo es encontrar otras maneras de relajarse en vez de fumar. Las alternativas pueden ser parar para meditar diez minutos, estirarme, hacer una pequeña caminata, etc.
3. ¿A qué cosa te resultará más sencillo comprometerte?
La última cosa que deseamos conseguir es la de sustituir un mal hábito por otro. Por ello, asegúrate siempre de que la alternativa al hábito que elijas no tendrá una repercusión negativa en tu vida. Si la alternativa a fumar es tomar pastillas relajantes (tipo valium, bebidas alcoholicas, etc.) deberías elegir otra cosa.
La otra vertiente de esta pregunta es para asegurarnos que la alternativa al mal hábito es algo a lo que puedes comprometerte (algo sostenible). Si sabes que no te gusta meditar y no lo vas a hacer con regularidad, encuentra cosa que te pueda dar el mismo beneficio. Quizá sea beber un te helado y respirar profundamente al tiempo que escribes tu ”mantra” e interiorizas tu nuevo hábito saludable ( p. ej: “Renuncio a la necesidad de fumar para estar en calma”, etc.)
Resumiendo, los 3 pasos del proceso serían:
1. Buscar el beneficio que te da el mal hábito
2. Buscar alternativas que te proporcionen el mismo beneficio
3. Escoger aquella alternativa a la que te vas a comprometer con más seguridad.
¡Buena suerte!
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