Problemas causados por las muelas del juicio
También conocidas como terceros molares, son los últimos dientes en emerger en la boca, generalmente en la adolescencia o al principio de la adultez. Aunque en algunos casos pueden erupcionar sin causar problemas, en muchas ocasiones su aparición puede generar diversos inconvenientes que afectan la salud bucal y general. Estos problemas surgen debido a la falta de espacio en la arcada dental, la posición irregular, o la dificultad para mantener una adecuada higiene oral. En una clínica dental, los profesionales están capacitados para evaluar y gestionar estos problemas, ofreciendo soluciones para minimizar las complicaciones asociadas. Entre los principales inconvenientes, están:
Impactación de las muelas del juicio
Es uno de los problemas más comunes. Esto ocurre cuando los terceros molares no tienen suficiente espacio para erupcionar correctamente en la boca. Como resultado, los dientes pueden quedar atrapados parcial o completamente bajo las encías. La aparición puede causar dolor, hinchazón y malestar en la zona afectada. Además, pueden empujar a los adyacentes, causando desalineación o desplazamiento en la dentadura, lo que puede requerir tratamientos ortodónticos adicionales.
Infecciones y abscesos
Las muelas del juicio impactadas o parcialmente erupcionadas pueden facilitar la acumulación de bacterias, lo que aumenta el riesgo de infecciones y abscesos. La acumulación de alimentos y placa bacteriana alrededor de la pieza afectada puede provocar gingivitis o periodontitis, infecciones en las encías que pueden extenderse a los tejidos circundantes. Un absceso dental, que es una acumulación de pus debido a una infección, puede formarse en el área afectada, causando dolor intenso, fiebre y malestar general. El tratamiento suele requerir antibióticos y, en algunos casos, la extracción.
Dolor y malestar
Puede originarse debido a la presión ejercida al intentar erupcionar, la inflamación de las encías o la infección. El dolor puede irradiar hacia la mandíbula, el oído o la cabeza, y puede empeorar al masticar o al tocar la zona afectada. En muchos casos, este malestar es suficiente para interferir con las actividades diarias y la calidad de vida del paciente.
Problemas en las encías
La parte que queda cubierta por las encías puede ser un sitio propenso para la acumulación de alimentos y placa bacteriana. Esta acumulación puede causar inflamación y dolor en las encías, lo que puede derivar en una condición conocida como pericoronitis. La pericoronitis es una infección de las encías alrededor de la pieza parcialmente erupcionada y puede causar enrojecimiento, hinchazón y dolor en la zona afectada.
Daño a los dientes adyacentes
Pueden ejercer presión sobre los dientes adyacentes, lo que puede provocar daño en las piezas vecinas. Esta presión puede causar desplazamiento, daño en el esmalte o en la estructura. En algunos casos, los adyacentes pueden llegar a necesitar tratamiento para corregir los daños causados.
Necesidad de extracción
Debido a los problemas mencionados, muchas personas requieren la extracción de las muelas del juicio. La decisión de sacarlos suele basarse en una evaluación dental que considera el grado de impacto, la presencia de infecciones o abscesos, y el riesgo de daño a las piezas adyacentes. La extracción es un procedimiento común que puede realizarse bajo anestesia local o general, dependiendo de la complejidad del caso. Después de ello, es común experimentar dolor e hinchazón durante el período de recuperación, y se deben seguir cuidados postoperatorios adecuados para evitar complicaciones.
“No solo contamos con odontólogos profesionales dedicados por entero a tu mantener la salud de tus dientes y encías”, comentan en IMOI.
Prevención y cuidados
Para prevenir problemas relacionados, es importante realizar visitas regulares al dentista, quien puede monitorear su desarrollo a través de radiografías y exámenes clínicos. La detección temprana de problemas potenciales puede permitir un manejo más efectivo y evitar complicaciones graves.
Las muelas del juicio, aunque a veces no causan problemas, pueden estar asociadas con una serie de inconvenientes que afectan la salud bucal y general. Desde la impactación y el dolor hasta las infecciones y el daño a los dientes adyacentes, estos problemas pueden requerir atención y tratamiento especializado. La evaluación regular y el seguimiento con un dentista son fundamentales para manejarlas adecuadamente y minimizar sus posibles efectos adversos.