Padres compartiendo la cama con sus niños con epilepsia, no es tan buena idea
Padres compartiendo la cama con sus niños con epilepsia, no es tan buena idea
Los padres de niños pequeños con epilepsia a menudo duermen en la misma habitación o en la misma cama que su hijo para controlar su condición, pero el compartir la cama puede interferir con el sueño reparador, tanto para los padres como para los niños.
En el estudio realizado, los investigadores examinaron las costumbres para dormir de 105 familias que tenían un hijo con el trastorno convulsivo y 79 familias cuyos niños no tenían epilepsia.
Los niños tenían edades comprendidas entre 2 a 10 años. Entre los niños con epilepsia, un 41 por ciento había tenido crisis convulsivas en el primer año de vida, mientras que la edad media de inicio de las crisis era de unos 2 años. Además, el 64 por ciento había tenido al menos una convulsión durante el último mes y el 37 por ciento tenía convulsiones diarias.
Alrededor del 64 por ciento de los padres que compartían la cama con su niño epiléptico, dijo que comenzó a compartir la cama después del diagnóstico. Casi la misma cantidad – casi dos tercios – dijeron que no lo habían hecho con los hermanos no epilépticos de su hijo a esa edad.
Alrededor del 69 por ciento de los padres dijeron que les preocupaba que su hijo tuviera una convulsión en la noche.
Pero estar más cerca de su niño epiléptico no estaba ayudando a los padres a dormir mejor. Alrededor del 62 por ciento de los padres dijeron que dormían peor desde que empezaron a compartir la cama con su hijo epiléptico.
Los autores del estudio también encontraron que los niños con epilepsia tenían más problemas de sueño, como despertarse por la noche, cansancio durante el día y dificultad para ir a la cama por la noche, algo sumamente perjudicial para niños con esta condición.
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