Hablar de sanidad y televisión nos invita a pensar, inmediatamente, en series como House, Urgencias (ER), Anatomia de Grey, Scrubs o incluso Hospital Central o la mítica Médico de Familia. De hecho, es habitual en algunos talleres o cursos el uso de fragmentos de alguna de las series citadas, como el caso de Anatomía de Grey (twitter y checklist quirúrgico) o Urgencias (checklist).
Sin embargo, hay otros programas de televisión que también podrían servir para aprender un poco más sobre el entorno sanitario, corregir algunos errores y mejorar. Y para ello, hemos elegido los reality, que tan de moda están últimamente.
El primer tipo de reality que vamos a comentar son los llamados de rescate. Un ejemplo es «Tabatha te necesito», un reality en el que una experta peluquera acude al rescate de peluquerías en apuros y, tras detectar las posibles áreas de mejora, durante siete días asume el papel de jefa para intentar corregir los errores. Otro ejemplo es «Pesadilla en la cocina» en el que un chef experto visita restaurantes en crisis o que funcionan fatal y los arregla, encontrando siempre el problema.
Ya nos imaginamos el título: «Gestores sanitarios: por encima de sus posibilidades«. ¿Y la sinopsis? Un experto gestor, formado y desarrollado en el NHS, visita un hospital, o un área sanitaria, o una consejería. Durante unos días aprende, apunta, compara y conoce como funciona, y después durante una semana asume la gerencia, jefatura o lo que sea. Si, casi como una intervención (tan de moda ahora), pero televisada. Ya se sabe que es más fácil ver los errores cuando alguien de fuera los dice, que desde dentro, cuando ya se está acostumbrado a ellos.
El segundo tipo de reality es más humano (por llamarlo de alguna forma) y son del tipo «me pongo a tu nivel». Un buen ejemplo es «Undercover Boss» en el que un alto directivo de una organización durante varios días se hace pasar por un empleado más para saber como se trabaja en su propia empresa. Como dice el lema del programa: «Descubrirán la verdad«, y como ejemplo la primera parte del episodio sobre la cadena de hoteles Best Western:
¿Y cómo podemos aplicar este reality al entorno sanitario? ¿Directivos en una guardia haciéndose pasar por algún trabajador? ¿Jefes de servicio moviendo camas o dando citas? Lo lógico sería que los jefes fueran cocineros antes que frailes, pero muchas veces lo que se aprende en la base, se olvida en la cima, y ejemplos de esos hay demasiados.
No es cuestión de copiar formatos, pero algo habrá que hacer en un sistema sanitario que, para casi todos es perfecto, pero que realmente hace agua por demasiados sitios.