Hábitos saludables contra la psoriasis
El 29 de octubre se celebra, como todos los años, el Día Mundial de la Psoriasis, un encuentro cuyos actos se proponen acercar al público la información sobre esta enfermedad para acabar así con los prejuicios que socialmente estigmatizan a los pacientes, y subrayar las nuevas y cada vez mejores opciones de tratamiento disponibles.
Nosotros nos unimos hoy a esta celebración divulgando la información básica y fundamental sobre este problema cutáneo y recomendando hábitos de vida saludables que, realmente, podrían aconsejarse a todos nosotros, pero que pueden resultar especialmente indicados para las personas con psoriasis.
Qué es la psoriasis
La psoriasis es una enfermedad inflamatoria provocada por la rápida reproducción de las células cutáneas. Habitualmente las células se reproducen cada 28 días, las células muertas quedan en la parte externa de la piel y se desprenden. En el caso de las personas con psoriasis, las células cutáneas se reproducen de una manera muy rápida, lo que provoca que se acumulen en la piel las células muertas dando lugar a las lesiones cutáneas que denominamos como psoriasis.
Aunque su causa exacta es desconocida, su origen está en un fallo del funcionamiento del sistema inmunológico. Es una enfermedad que puede heredarse, pero en ningún caso puede contagiarse, y que tiene un desarrollo bastante impredecible: no se sabe a ciencia cierta cuáles son las causas que provocan los brotes o rebrotes de la misma.
La psoriasis es, por último, una enfermedad crónica. No obstante, existen muchos tipos de tratamientos en continua renovación y desarrollo que permiten controlar los brotes a largo plazo y ofrecen una esperanza de vida completamente normal a los pacientes.
Vive lo mejor posible
Se tenga o no una enfermedad, en este caso la psoriasis, adoptar unos hábitos de vida saludables básicos nos ayudará a prevenir otros trastornos, como la diabetes, la hipertensión, etc., que a todos nos amenazan con el paso del tiempo, pero sobre todo a las personas que toman algún tipo de medicación o que tienen alguna dolencia de tipo crónico como, por ejemplo, la psoriasis.
La persona con psoriasis conoce mejor que nadie lo que suele provocarle un empeoramiento de sus síntomas. Muchos hablan del estrés como un factor desencadenante claro. Por ello, es especialmente recomendable que la persona con psoriasis conozca las diversas técnicas que están a su alcance para controlar su estrés y se anime a practicarlas (meditación, deporte…).
Es importante, además, que la persona con psoriasis evite la obesidad, por una cuestión general de salud y porque puede hacer más complicado el tratamiento de las lesiones cutáneas. Por ello, es recomendable evitar las grasas saturadas, los alimentos procesados, etc.
Sobre todo, si está con tratamiento farmacológico, será necesario que la persona con psoriasis controle sus niveles de colesterol y no consuma alcohol: la medicación puede tender a alterar los niveles del primero y sobrecargar de trabajo el hígado, por lo que debemos tener especial cuidado de no dañarlo innecesariamente.
Y, por supuesto, no fumar, que no se ha demostrado todavía que sea bueno para nada y sí malo para casi todo.