Cómo detectar la miopía infantil de forma temprana

La vuelta al cole se convierte, de nuevo, en el momento perfecto para poner el foco y la atención en la salud visual de los más pequeños.

Durante muchas horas, los estudiantes se dedican a actividades que requieren una visión clara, como leer, escribir y usar dispositivos electrónicos. Eso ha llevado a un incremento en la prevalencia de condiciones visuales, siendo la miopía una de las más comunes, que afecta a millones de niños en todo el mundo y que, si no se detecta a tiempo, puede impactar negativamente en su rendimiento escolar y en su calidad de vida.

La miopía es un defecto refractivo que provoca que los objetos lejanos se vean borrosos, mientras que los objetos cercanos se ven con claridad. 

En los últimos años, ha habido un aumento significativo en la prevalencia de la miopía, especialmente en niños, debido al incremento en el uso de dispositivos electrónicos y la falta de actividades al aire libre, algo que, según los expertos, llevará a que la mitad de la población mundial sufra esta dolencia para 2050.

Detectar la miopía de forma temprana es crucial, ya que permite iniciar un tratamiento adecuado para evitar que el problema progrese rápidamente. “Un diagnóstico precoz puede marcar una gran diferencia en la vida académica y personal del niño, evitando dificultades en el aprendizaje y problemas de autoestima que pueden surgir al no poder ver claramente” explican desde la sevillana Óptica Santa Aurelia. 

Además, puede reducir el riesgo de desarrollar complicaciones oculares graves en la edad adulta, como el desprendimiento de retina, el glaucoma o la degeneración macular.

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Por suerte, desde edades muy tempranas se puede acudir a un especialista que definirá la necesidad de poner gafas y/o lentillas para corregir la visión y ayudar con su tratamiento.

Señales de alerta en los niños

¿Cuáles son las señales que no deberían dejarse pasar por alto?

  1. Acercarse mucho a los objetos: Si el niño se acerca demasiado al televisor, la pizarra o los libros, podría estar intentando compensar la visión borrosa de lejos.
  2. Entrecerrar los ojos: El entrecerrar los ojos es una manera común en la que los niños intentan mejorar la claridad de la visión.
  3. Dolores de cabeza frecuentes: La tensión ocular provocada por la mala visión puede causar dolores de cabeza recurrentes, especialmente después de actividades que requieren enfoque visual prolongado.
  4. Falta de interés en actividades al aire libre: Los niños con miopía pueden evitar deportes u otras actividades que impliquen ver de lejos, ya que les resulta difícil seguir lo que sucede.
  5. Rendimiento escolar bajo: Los problemas de visión pueden llevar a dificultades para copiar de la pizarra, leer correctamente y prestar atención en clase.

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