Seis dolencias que nuestra mente puede curar

Seis dolencias que nuestra mente puede curar

 

Siempre hemos escuchado que todo nuestro cuerpo está conectado y que nuestro cerebro, con el dominio suficiente, puede hacer que algunos dolores desaparezcan si así lo queremos. Pues bien, un artítulo publicado en Scientific American ha tomado seis dolencias que pueden ser «curadas» mediante nuestra conducta, la relajación y las emociones. Si bien es cierto que las farmacéuticas buscan una pastilla para cada dolencia, el mejor antídoto puede que esté en nuestro propio cuerpo.

Dolor de cabeza. El dolor de cabeza crónico es uno de los más comunes y en la Universidad de Camberra (Australia) los investigadores usaron técnicas de atención plena que están basadas en la relajación, para mitigar el dolor.

Insomnio. Uno de los trastornos que más en alza está actualmente suele solucionarse con una pastilla como el Valium. Algunos pacientes que han seguido terapias cognitiva-conductual (TCC) han logrado una mejor calidad de sueño que aquellos que sólo tomaban fármacos.

Disfunción sexual femenina. La psicoterapia ha probado técnicas de relajación o terapia conductiva para mejorar los encuentros sexuales de las mujeres.

Fibromialgia. Una de las enfermedades que más medicación lleva a la larga y que tiene como un factor grave la depresión junto con los dolores y fatiga. Pues bien, las terapias conductiva-conductuales están utilizándose para estos pacientes teniendo en cuenta que el factor de la depresión es muy importante.

Colon irritable. Los psicoterapeutas recomiendan a las personas que sufren esta dolencia un cambio drástico e inmediato de la dieta. Dolores abdominales, estreñimiento y diarreas son los síntomas que tiene el colon irritable. Estos síntomas hacen que el afectado sufra ansiedad y depresión, cosas que pueden tratarse mediante terapia.

Infertilidad. El estrés es uno de los factores que imposibilitan el embarazo. Los tratamientos psicológicos pueden ayudar a luchar contra la infertilidad y algunos estudios demostraron que pacientes que tuvieron sólo psicoterapia contra pacientes que tuvieron psicoterapia e in-vitro presentaron resultados similares.

 

 

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